All blogs

La Fuerza de Estar Juntos

Los grupos de apoyo no son sólo «hablar con extraños». Son espacios donde otros aportan sus propias historias: de dolor, de miedo, de lucha, de esperanza

grupo
26.07.2025
Artículo
Salud mental
Author:

A veces, el dolor es tan profundo que sentimos que no se puede compartir. Cuando pierdes tu hogar, tu salud, tu lugar en el mundo o a alguien que amas – una parte de ti – parece que nada volverá a ser igual. En momentos así, es fácil cerrarse, silenciarse, esconder las lágrimas.

Pero el dolor no desaparece solo porque lo ocultamos. Estar a solas con él es agotador. Mostrárselo a alguien más puede dar miedo – incluso parecer peligroso.

Cuando invito a alguien a un grupo de apoyo, a menudo escucho:

“No me servirá de nada.”
“Nada puede ayudar.”
“¿Hablar, para qué? No va a cambiar nada.”
“Yo puedo sola/o.”
“Ya hablaré con mi amiga… mi mamá… mi hermano.”

Así nos educaron: pedir ayuda es mostrar debilidad, admitir derrota, exponer la vulnerabilidad.

Pero pedir también es verdad. Es la verdad de necesitar apoyo. La verdad de sentirse perdido. La verdad de enfrentar lo desconocido.

Los grupos de apoyo no son solo “hablar con extraños”. Son espacios donde otros traen sus propias historias –de dolor, de miedo, de lucha, de esperanza. Personas que saben lo que es no poder dormir por las noches. Que han sentido el mismo vacío, el mismo miedo al mañana. Personas que aún están ahí –o que han logrado salir.

No se trata de debilidad. Se trata de valentía – de presentarse y simplemente estar. De ser escuchado. De sentarse al lado de alguien que no te dirá “sé fuerte”, no te pedirá que sonrías, pero que se quedará contigo – en silencio o con palabras nacidas de su propio dolor y fortaleza.

Todos tenemos derecho al apoyo. Derecho a hablar –o guardar silencio– dentro de un círculo sin juicio. Un lugar donde la experiencia de una persona se convierte en el ancla de otra. Un lugar para reaprender poco a poco a vivir –no a pesar del dolor, sino con él.

Eres humano. Y como todo ser humano, mereces apoyo, comprensión y un espacio donde seas aceptado sin condiciones. Pero dar ese primer paso puede dar miedo –especialmente ante un grupo.

Tal vez pienses:
“¿Para qué voy a hablar de lo que siento?”
“¿Y si nadie me entiende?”

Aquí está la verdad: un grupo no es una multitud. Es un espacio donde cada persona recorre su propio camino. Y, aun así, escucharás historias familiares, emociones compartidas y las mismas preguntas difíciles. Poco a poco, empiezas a sentir: no estoy solo. Hay otros que me entienden. Esa es la fuerza del grupo.

Tú eliges cuándo hablar, cuánto compartir. Otros escucharán. Y poco a poco, puede que te sorprenda descubrir cómo la honestidad y la compasión de los demás te ayudan a entender mejor a ti mismo.

Los grupos de apoyo son una oportunidad para sanar –no solo a través de las palabras, sino a través del vínculo. A veces, una sola frase dicha por otra persona puede mover algo que llevaba años atascado.

No esperes una invitación especial. Solo inténtalo.
Date la oportunidad de descubrir cuánto bien puede surgir en un lugar donde alguien simplemente dice:
“Yo también lo he sentido.”

Este material fue preparado en el marco del programa “Sólidos y capaces” con el apoyo de la Fundación Europa del Este y Suiza.

Manténgase en contacto con nosotros

Si estás interesado en convertirte en socio, tienes alguna pregunta o necesitas ayuda, estamos aquí para ayudarte. Rellena el siguiente formulario para ponerte en contacto con nosotros.

¡Gracias! ¡Hemos recibido tu mensaje!
Oops! Something went wrong while submitting the form.
Ukraine Cancer Relief