¡Así como fue antes, ya nunca volverá a ser!
La enfermedad puede arrebatarnos la estabilidad, la salud y la tranquilidad. Sin embargo, la aceptación y una actitud activa pueden transformar la impotencia en fortaleza, abriendo el camino hacia un futuro diferente, y quizá mejor.
.jpg)
Πάντα ῥεῖ
“No es posible entrar dos veces en el mismo río.”
Heráclito de Éfeso
Durante una de las terapias grupales se escuchó una frase:
¡Así como fue antes, ya nunca volverá a ser!. Sonó con dolor y con una sensación de impotencia. Y no se refería solo al diagnóstico, sino a todo lo que la enfermedad es capaz de arrebatar.
Es la pérdida de uno o de ambos senos. La pérdida de la tranquilidad por los pensamientos constantes sobre una recaída, o por una pareja que no pudo sobrellevar la prueba.La pérdida de un amigo que no sabe qué decir ni cómo apoyar. Y la pérdida de la propia atracción física por la caída del cabello, los cambios de peso u otros efectos secundarios del tratamiento. Y quizá lo más difícil: el cansancio de una “lucha” interminable. La lista podría continuar.
En la vida cotidiana solemos reaccionar con cautela ante los cambios. Incluso las buenas noticias a veces generan ansiedad, porque nos obligan a adaptarnos a lo nuevo o a desarrollarnos en una dirección desconocida.
Es una reacción natural. Así funcionan nuestros mecanismos de defensa. Intentan preservar la sensación de estabilidad, ya que a menudo percibimos la estabilidad como seguridad. Si nada cambia, nada amenaza.
Todos nuestros mecanismos de autorregulación existen para ayudarnos a interactuar con el mundo y mejorar la calidad de vida. Pero a veces trabajan en nuestra contra. Esto ocurre cuando incluso los cambios positivos asustan por la incertidumbre y nos paralizan. Y cuando las noticias son malas, la resistencia parece lógica e incluso necesaria.Al mismo tiempo, conviene recordar dos aspectos importantes que pueden cambiar nuestra reacción inicial de resistencia.
El primer aspecto es que, muy a menudo, las malas noticias tienen un carácter irreversible. En este contexto, oponerse a lo que ya ha sucedido no tiene sentido, porque, por mucho que lo deseemos, no es posible retroceder en el tiempo ni reescribir los acontecimientos.
El segundo aspecto tiene que ver con la pasividad que suele surgir como consecuencia de nuestra reacción de resistencia ante hechos negativos. Aquí se puede recordar la metáfora de la víctima: al permanecer pasivos e inactivos en una situación difícil, nos convertimos en una especie de víctima que se siente impotente, y esto le genera un gran sufrimiento.
Entonces, basándonos en esta reflexión, intentemos elaborar un plan de acción alternativo, una hoja de ruta hacia una nueva manera de reaccionar.
La contraposición a la impotencia es una posición activa. La aceptación de lo sucedido es el primer paso hacia la acción. Cuando dejamos de resistirnos a los hechos, aparece la posibilidad de responder en lugar de quedarnos atrapados en el punto del dolor. Esto nos ayuda a mantenernos al ritmo del tiempo incluso en circunstancias difíciles.
La actividad nos devuelve la sensación de control sobre nuestra propia vida. Elegimos cómo reaccionar, en lugar de dejarlo al azar.
La aceptación y la disposición para actuar se convierten en el punto de partida de un nuevo camino. Es el inicio de una relación diferente con la vida y con nosotros mismos. Como decía Heráclito: «No es posible entrar dos veces en el mismo río». Este pensamiento no habla de pérdida, sino de cambio. No podemos recuperar lo que fue, pero sí podemos crear algo nuevo: diferente, más fuerte, quizá incluso mejor.
Este material fue preparado en el marco del proyecto “Apoyo psicológico a personas con cáncer: ¡Estamos cerca!”, implementado por Misión Járkiv con el apoyo del programa “Capaces y fuertes”, que lleva adelante la Fundación Europa del Este con la colaboración de Suiza.
Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente la posición de la Fundación Europa del Este ni de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.
Manténgase en contacto con nosotros
Si estás interesado en convertirte en socio, tienes alguna pregunta o necesitas ayuda, estamos aquí para ayudarte. Rellena el siguiente formulario para ponerte en contacto con nosotros.